Luis Almazan
Identidad como persona y como expatriado.
CONÓCETE.
Existe un fenómeno interesante a la hora de la integración de un expatriado un país extranjero y es la pérdida de identidad que tiene consecuencias graves ya que puede ocasionar depresión y ansiedad.
Un ejemplo claro es el renunciar a su lengua materna y todo contacto con su cultural de origen. Puede existir una intención positiva detrás, tal vez es una estrategia para aprender rápidamente la lengua local, el problema viene cuando la lingüística empieza a influir en la actitud del expatriado modificando su manera de ser, pensar y actuar.
En contraste tenemos los expatriados que exageran su identidad local expresando su nostalgia como una especie de fanatismo extremo, lo que les impide abrirse a la cultura que les recibe y puede conllevar a una frustración y depresión.
Otro ejemplo muy claro es la frustración por no poder hacer en el extranjero la misma profesión que se ejercía en el país de origen, aferrándose a la idea que el expat tiene que laborar en un trabajo equivalente al que se tenía anteriormente. Yo pregunto a los clientes que tienen este bloqueo por qué quieren hacer lo mismo en el extranjero y la mayor parte del tiempo obtengo la misma respuesta: “Porque es lo que estudié…” No confundas tu ser con tus actos, aquí el bloqueo es una lucha interna en donde el ego gana, sobre todo, y es que sinceramente no nos tomamos el tiempo necesario para sentarnos y reflexionar sobre quienes somos, lo que hacemos y lo que queremos.
Existen muchos otros ejemplos y para evitar esto, debes tener consciencia de tu identidad intrínseca, en pocas palabras saber quién eres y a dónde vas. Una vez tomando conciencia de ello puedes utilizarla a tu favor como herramienta para una integración exitosa y cumplir tus objetivos en el extranjero ya que pones en equilibro tu identidad, la identidad del lugar y personas que te reciben y tus metas en el extranjero.
